Revolución tecnológica y Seguridad Social
El pasado viernes 23 de octubre, y tras más de 4 años de reuniones, el Pacto de Toledo cerró su informe para la reforma del sistema público de pensiones, con un texto que incluye 22 recomendaciones. Cuatro días después -el martes 27-, dichas recomendaciones fueron aprobadas en comisión parlamentaria, con amplia mayoría.
La recomendación 19 bis, referida a la digitalización, advierte de su afectación «directa a la organización del trabajo y a la ordenación de las relaciones laborales» y destaca que «resulta clave» favorecer la inclusión de los trabajadores dentro del sistema, «como fórmula para combatir la economía informal y garantizar la protección ante situaciones de necesidad«.
Ante el riesgo a una reducción de los ingresos de la Seguridad Social debido a la digitalización, el documento alerta de «la necesidad de corregir una excesiva dependencia de las cotizaciones sociales en un contexto productivo y demográfico muy distinto al de las últimas décadas del siglo XX«.
La Comisión añade una reflexión: «Si la revolución tecnológica implica un incremento de la productividad, pero no necesariamente un aumento del empleo, el reto pasa por encontrar mecanismos innovadores que complementen la financiación de la Seguridad Social, más allá de las cotizaciones sociales«.
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