Retos tecnológicos del Notariado
Aprovechamos el artículo “Los retos tecnológicos del Notariado”, de D. José Alberto Marín Sánchez, Vicedecano del Colegio Notarial de Cataluña, para resaltar tres aspectos esenciales de los cambios que se esperan en la función notarial: el documento, servicios accesorios y el big data.
- El documento.
Como resalta el autor, el COVID-19 y algunas directivas comunitarias han aflorado la imperiosa necesidad de la escritura electrónica firmada a distancia con firma electrónica y utilización de la videoconferencia, algo que considera que ya se encuentra disponible, por lo que se trata de un debate superado, a falta de delimitar en qué ámbito se puede utilizar el formato puramente electrónico y en cuál no.
Sin embargo, creemos que mucho tiene que cambiar aun el Notariado, más cultural que técnicamente, siendo un cuerpo muy rígido y poco amigo de los cambios, en el que resulta ciertamente complicado que se ajusten a las necesidades del otorgante.
Algo similar ocurre con respecto a la circulación de las copias de los documentos, llamando el autor a la consecución de la acreditación del instrumento otorgado mediante el teléfono móvil o mediante códigos u otros sistemas, utilizándose copias electrónicas por los ciudadanos.
A este respecto, poco conseguiremos si este cambio se produce a nivel notarial, pero sin considerar el uso que debe tener dicha escritura, que no es sino el de dejar constancia de algo para el momento en que resulte necesario acreditarlo. Atendiendo a ello, es trascendental que este cambio de paradigma se una a una mayor formación por los funcionarios de la administración de justicia. Uno de los mayores problemas con el que nos encontramos los operadores jurídicos es la falta de formación y comprensión de la tecnología en el ámbito judicial, por lo que en muchas ocasiones optaremos por el clásico instrumento público en papel, para evitar que, en un futuro procedimiento, el juez se vea abrumado por el ‘exceso de tecnología’ que le impida ver o valorar debidamente lo que esta tecnología soporta.
- Los denominados servicios de valor añadido.
Con esta denominación, el autor se refiere a la posibilidad de ofrecer un servicio integral al ciudadano en cualquier actuación notarial explotando la inteligencia artificial, con ejemplos tales como poder realizar automáticamente desde la notaría, al transmitirse una vivienda, todos los trámites habituales como empadronamiento de los compradores, altas en suministros de agua, luz, gas, cambio de residencia fiscal, cambio de domiciliación de vehículos, etc.
Ciertamente se trata de una idea que aplaudimos, en tanto que facilitará la vida del ciudadano, pero que entraña una reflexión mucho más profunda y que hoy en día debe ir necesariamente unido a la consideración de la tecnología blockchain y todo lo que su descentralización entraña. Y es que, ¿realmente vamos a necesitar que un registrador inscriba la transmisión de la vivienda, si ya se ha encargado el notario de verificar la identidad y capacidad de los intervinientes? Y de igual manera, tampoco vamos a necesitar una administración pública que lleve el padrón, ni la residencia fiscal, ni registros de las compañías de agua, luz y gas.
- Big data notarial.
Ciertamente, en el servidor central del Consejo General del Notariado se archiva una ingente cantidad de datos, cuyo aprovechamiento puede ser de grandísima utilidad en blanqueo capitales, fraude fiscal, colaboración con órganos judiciales, fiscalía y fuerzas de seguridad. Pero el aprovechamiento hace ya tiempo que se viene produciendo, especialmente por la administración tributaria, desde que tiene acceso a gran parte de dicha información, convirtiéndose en el principal distribuidor de juego a SEPBLAC y fiscalía.
Conclusión.
Por nuestra parte, la conclusión que sacamos de todo ello es el necesario aprovechamiento de los cambios tecnológicos para hacer más fácil la vida del emprendedor y empresario. Puede ser una línea a seguir la de utilizar la notaría como centralizador del negocio jurídico, pero unido a una imprescindible simplificación de los trámites que conlleva la ordenada administración de una empresa.
La vida del empresario entraña ya suficiente complejidad con lidiar con los retos propios de la actividad, como para que lo compliquemos con todo tipo de requisitos administrativos, que en muchas ocasiones sólo consiguen agotar fuerzas y recursos, en detrimento de un mejor servicio o producto a disposición de los ciudadanos.
Puede leerse el artículo completo referido en el número 1-2 de 2020 de la revista La Notaría, así como en la web https://elderecho.com/los-retos-tecnologicos-del-notariado?utm_medium=email&utm_source=newsletter&utm_campaign=20201102_Nwl.